EL FINAL DE EL PUERTO Y EL TENDIDO ELÉCTRICO [Carta a Bunbury número 18]

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Estimado Bunbury: Creo entender que Un hombre en el espacio es una nueva versión, que realizas en 2021, de una canción algo más antigua, tal vez de 2017. Pero no sé ahora si esa canción ya formó parte de algún álbum anterior o la rescataste. Lo que sé es que en las páginas que ofrecen la letra en la Red, al menos las que he consultado, omiten algún fragmento. Buscar la perspectiva de la distancia pienso que siempre implica algún tipo de objetividad. Además este hombre parece que no piensa regresar. No sé en qué libro pueda estar basada esta historia. Libro o película. Pienso en Kubrick, claro. Y en las preguntas hay una soledad implícita, aunque creo que tú hablaste de ella en una entrevista. Hablar con las estrellas y nombrarlas. Ahora bien, ¿cuál es la cita a la que se llega puntual y quién se retrasa verdaderamente? El sonido es galáctico. Ese hombre se va al espacio, porque encuentra este mundo demasiado complejo. Dices que le aturde, dices que le abruma. Creo que esto es intertextualidad. ¿Se correspondía esta canción con algún momento en que querías bunburizarte de los escenarios? Despedirse como un caballero es despedirse con un código de honor. Más que que me guste escucharla me gusta pensarla contigo. Pero hasta yo percibo que hay buenos músicos detrás de ella. Y vamos a por la siguiente del epé El Puerto, ya para finalizarlo. Porque no sé cuánto tiempo me voy a quedar contigo.

Despropósitos, una canción que es una colaboración con Guillermo Martín. Que yo no he sabido localizar a esa persona. A no ser que la información de Wikipedia esté equivocada y sea Guillermo Marín, aragonés que también se estableció en Los Ángeles, como tú, y que recibió un premio Grammy en las labores de ingeniero de sonido de tu álbum Expectativas. Pero bueno, Despropósitos, ¿por qué comienza con la mentira? En realidad, la gran mayoría somos ambiciosos e indecisos a un tiempo. Pero sí la reputación la puedes manchar y te la pueden manchar. Ahora bien, quizá sea verdad eso, que si no hay riesgo no hay diversión. Y lo siguiente es muy cierto, también. Mi huida es continúa. Y, sin embargo, no me muevo. Pero yo no soy de las que hago listas al comienzo del año. Y esta canción me gusta. E improvisar, así que me alegro. Y todo puede ser peor. ¿En cuántas dimensiones crees tú que nos movemos? Oportunidad es casi todo. Pero no, si se me ocurriría negarme a un postulado caótico. ¿Sabes? Un epé sabe a poco después de un álbum como Greta Garbo. Pero me alegro de haberme detenido en él.

Y ahora vamos con el poema siguiente de Exilio Topanga. Este se llama Tendido eléctrico. Tú tienes tu propia idea de la belleza. Eres el que observa desde su mecedora del patio trasero. Y cuentas hasta ocho cables distintos y esperas ese terremoto que los científicos pronostican que habrá en California, The Big One. Y parece que tienes una piscina. Yo confieso que le tenía miedo a la caldera de gas. La que ya no está, la que me obligó a estar un mes duchándome en agua gélida, porque llegó al fin de sus días, sin estallar, en pleno diciembre. Es inevitable, creo, tener pensamientos «apocalípticos». Pero no, yo nunca viviría en Los Ángeles, por si acaso. Sin embargo, tú te partes de la risa, cuando el funcionario se explica. Yo nunca había pensado en la contaminación visual. La verdad es que ya me gustaría mirarlo contigo, que cables imaginas podrían ir a parar a tu piscina. Y me tranquiliza, por una parte, que no sea solo yo a quien se le olvidó quererse. Hace algunas semanas yo tuve a unos técnicos ahí en el exterior instalando no sé qué. El casero dijo que eran los de Digi, que estaban por todas partes, instalando la red del 5G. Igual me equivoco. Pero a mí no me hizo ninguna gracia. Yo me estoy volviendo prehistórica. Y tú, sencillamente, te los cuestionas, te los cuestionas todo el puto tiempo. Pero me pregunto si, además de en la poesía y en las canciones, en la realidad haces algo. Que si no es así… ya haces mucho, de verdad que sí. Gracias. Te dejo por hoy.

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