[poema deforme 5]

Después de haberme puesto en peligro

siempre queda jugar la baza más inteligente

para tratar de salvaguardar al yo

de los caimanes del manglar

En este caso será más correspondencia

un correo en el que le hable a él de mi abuelo

y de su cáncer de páncreas

del dolor que sentí con su veredicto de muerte

y con ese ahogo de lágrimas

que me prohibió derramar mi padre

cuando me comunicó su enfermedad

Y eso y el año y medio que continuó a eso

el año de las noches de terror

tiene que justificar

que mi boca estuviera en el pubis de ella

y en los pechos de ella

cuando aún el cuerpo de él estaba presente

en la mortaja que era la habitación de al lado

en su pulcro féretro

un ataúd que recuerdo de madera de castaño

donde yo experimenté aquel desconocido frío

que me provocó la insalvable distancia

y donde se acababa el amor

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Otro Camino: POEMAS DEFORMES

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