HASTA JOAN MARGARIT [Carta a Bunbury número 39]

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Estimado Bunbury: Digamos que tú dijiste que MicroDosis era un poemario introspectivo, que se enfocaba en el acto de la creación, alejándose en su contenido de Exilio Topanga, pero esa no es la sensación que tengo al leer tu poema Otra ciudad. Luego leo San Patricio y, al final, me reconcilio con eso. Antes de Ta-ke Sushi. Aquí parece que se hace realidad algo de lo que yo dije cuando analizaba tu canción Nuestros mundos no pertenecen a tus mapas. Aunque esto solo ha sido una suposición estúpida. La conversación con A. me resulta un tanto absurda. Aunque luego compro lo que sigue: «Pensamos, ciertamente y tan a menudo,/ que en otra ocasión/ algo pasará o debería./ Y es, en este mismo instante,/ cuando sucede todo/ lo que decidimos desear que ocurra/ en la quimera del momento próximo.» Ahí se percibe que estabas inspirado. Luego, noto yo poca introversión, la verdad, en Cigüeñal y rugido. Y la tónica sigue. Aunque está bien la aventura. Que sea en Los Ángeles, en cierto sentido, y no en tu barrio, la transforma en exótica. Y también el contenido de la bolsa. Y alcanzo el capítulo cuatro, titulado La basura y el dentista. La basura, la verdad es que me parece muy común. Es como si yo escribo: Es sábado, acabo de enterarme de que en Movistar Plus van a poner Barbie, la película más taquillera de este año, a finales de mes. Los coches transitan al otro lado de la ventana y la araña que fumigué con el insecticida, la otra tarde, no ha aparecido muerta. Ninguna reflexión profunda. Quizá la microdosis sea o tenga el mismo efecto que el cannabis. La droga te convence de que hay algo de grandiosidad en donde solo hay vacío. Pero prosigamos, esto se llama La Tormenta. Algo que me deja prácticamente igual. Y ahora viene La Chureca. Eso era un barrio a las afueras de Managua. Está bien descrito. Leías, entonces, a Joan Margarit: «Ha llegado un momento en el que necesito imaginar aquello que no sucederá.» Y cierro el libro. Ahora me toca escucharte cantar Lo que más te gustó de mí. Aprecio todos los sentidos, pero no me fascina. Y Los habitantes. Reconozco la música que te acompaña en el vídeo pero no sabría decir si es Satie. Tú pareces un gánster. Aunque no cuando sales con tu guitarra al escenario. Fascinante. La quiero volver a escuchar. Prestando, eso sí, más atención a la letra. Esto es lo que estoy buscando en ti. Pero supongo que aquí ya habías conocido a Jose Girl. Te deseo que te sientas bien.

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